poco a poco tu vida se va apagando
y yo, no puedo hacer nada,
te miro y observo cada segundo de tu vida,
no estás sufriendo, no estás sola.
Me acerco a ti y según llego,
levantas un poco tu cabecita y me dices "meow"
suena raro, no es como siempre,
me lo tomo como un adiós,
después vuelves a bajar la cabecita y sigues descansando.
Nunca me han gustado las despedidas,
tengo qué admitirlo.
Te vas alejando de casa, de nosotros
no quieres que te veamos marchar.
Siempre fuiste una rebelde,
desde que naciste,
aún recuerdo como salías corriendo de la cesta e iba detras tuya.
Gracias por darme tantos momentos inolvidables a tu lado,
por seguir ahí hasta el final.
Cuida de ellos allí arriba,
aquí abajo te echaremos mucho de menos.
Te queremos Luna❤️
